Apnea del sueño

La apnea del sueño es una enfermedad poco conocida por el público en general, todavía infradiagnosticada con demasiada frecuencia, pero que afecta a un gran y creciente número de nuestros contemporáneos. Según edad, sexo y criterios de cálculo, Se estima que hasta un 26% de la población padece apnea del sueño.

Causas de la apnea del sueño

Las causas de la apnea del sueño tienen varios orígenes. Se pueden clasificar en dos familias principales:

  • Apnea del sueño de origen metabólico – también llamado “síndrome de apnea obstructiva del sueño” (SAOS). Es el resultado de los esfuerzos respiratorios para luchar contra una “obstrucción” de las vías respiratorias superiores (nariz, boca, faringe, laringe).
  • Apnea del sueño relacionada neurológicamente, denominada “síndrome de apnea central del sueño” (SACS). Ésta es una anomalía en el control de la respiración.

Consecuencias de la apnea del sueño

La apnea del sueño afecta negativamente la calidad del sueño al reducir la duración del sueño profundo y REM a través de micro-despertares. Ella puede ser responsable de:

  • Somnolencia: Provoca períodos de somnolencia durante el día y puede provocar irritabilidad, disminución de la libido y en ocasiones depresión.
  • Trastornos cardiovasculares: también se puede asociar con hipertensión arterial y otros trastornos cardiovasculares porque reduce la presión parcial de oxígeno en la sangre.

¿Por qué roncas?

Durante la noche, los tejidos blandos tienden a obstruir las vías respiratorias porque los músculos de la faringe están relajados. Esta obstrucción genera ronquidos. Esto es tanto más intenso a medida que el pasaje se estrecha. Cuando las paredes de la faringe se han hundido por completo e impide el paso del aire, se produce la apnea del sueño.

La persona debe estar despierta para que los músculos se contraigan. Los tejidos blandos ya no obstruyen el paso del aire y circula libremente. Luego, la respiración se reanuda normalmente.

¿Quiénes se ven afectados por los ronquidos?

Esta patología finalmente es bastante común, afecta a más hombres que mujeres. Los niños también pueden verse afectados, especialmente si tienen amígdalas grandes.

Las personas que tienen una úvula grande, una lengua grande, un mentón pequeño, un mentón hundido… son más propensas a roncar y al riesgo de apnea del sueño.
La obesidad, la hipertensión arterial, los ronquidos también son factores de riesgo.

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